domingo, 23 de noviembre de 2008

Lo que Keynes me enseño

Los más ortodoxos liberales de principios del siglo pasado habían con histérico, y aun ingenuo, fanatismo adoptado como propias las recetas de Adam Smith y David Ricardo. A pesar que, ya por entonces era imperiosa la necesidad de la contextualización de las tales doctrinas.
Es que todavía estaban, por entonces, imbuidos de los ideales de la ilustración Europa, que entre otras peculiaridades supo mostrar una concepción de “la razón” -desde Europa misma- como la que forjaría el devenir de los tiempos.
Como el “ser parmediano” o, mejor aún, el “absoluto hegeliano”, la razón era algo que desde la inmanencia era por propia naturaleza trascendente. Nunca fue esta o aquella razón, aunque estaba en este mundo era la síntesis de todas las razones, era, por fin LA RAZÓN. Esa misma otorgaría sentido y destino al mañana.
Transformaría el intento de una explicación causal del mundo en una fe ciega en la nueva diosa, con todos los caracteres de la religión, incluso conduciéndonos al paraíso terrenal.
Imagínense, en aquel contexto donde el pensamiento tenía las mismas características de aquello que por mágico o divina deviene en sacralizado, ¿Cómo poner en duda sus postulados?
He aquí el ajuar del liberalismo en su concepción más natural e inocente, caldo de cultivo para el más feroz capitalismo: la sociedad una construcción estructural, voluntaria e interdependiente de razones que supieron darse, previo pacto social, el marco para su propio desarrollo.
Casi intuitivo ¿no?
Si la sociedad es un pacto, “un contrato social”, del que participan todos a través de lo mas perfecto en ellos: la razón -pues sabemos que todo contrato supone intención, discernimiento y voluntad- y si estas además, en interdependencia en pro de un fin ulterior y superador, se conjugan su resultado seria poco menos que perfecto.
Salgamos de las diapositivas y veamos todo en video, con los conceptos tanteados arriba.
El iluminismo, que con la luz de la razón supo disipar las tinieblas de la edad media, en la que la explicación estaba en las sombras para la mente humana (algunas mágicas, otras divinas) entendió que entrar en sociedad era un pacto entre razones libres. Con todo lo ponderativo que esto signifique, según lo explicitamos anteriormente.
Como la sociedad, todo el andamiaje en el que esta se desarrollé también será el resultado del juego libre de las individualidades, que en principio son iguales.
¡Por supuesto, que La mamá economía también!
He aquí la entrada triunfal de los economistas liberales sabios y sus últimos paquitos de principios del siglo veinte.
Tal es así que cualquier economista, que se preciase de tal, en la época hubiese coreado a viva voz: “el libre juego de las razones egoístas de los individuos generaran, en la tensión que la búsqueda de beneficios provoca, el bienestar de todos”.
La mano invisible de Smith era eso, la metáfora de la caverna de los liberales, aquello que sin ser visto mantiene la armonía del cuerpo, aunque esta vez era aquí, era el juego que oferta y demanda generaban en un mercado de libre competencia que terminaba autorregulándose en un proceso evolutivo, no cíclico, al infinito.
“¡Fuera Estado malo! No ves que distorsionas el mercado, déjalo ser solo a su cauce volverá”.
De lo que nunca se hablo fue que en el desarrollo de esta teoría -en términos deductivos casi perfecta- había un par de presupuestos no susceptibles de crítica, los “dogmas de la fe liberal”.
Vale aclarar que a los fines de este pequeño articulo, arbitrariamente echaré mano a dos, que a mi parecer son los más importantes.
Primero que los individuos son iguales a la hora de pactar en el mercado y, como consecuencia, en su rol en la sociedad; segundo, se pasó por alto la forma en que los individuos se combinan.
Si acercamos la lupa veremos que la sociedad no es un cúmulo de voluntades yuxtapuestas, sino que la sociedad es un armado de sentido de individuos que se combinan de una sola forma para una sociedad dada.
Si usásemos la matemática un momentito, y el lector me perdonara. No es lo mismo tener un monto de unos y sumarlos o restarlos o mitad y mitad o multiplicar, etc.
Este es el primer dogma al desnudo, la sociedad no es solo un conjunto de razones en un pacto social, sino el rol que en ese pacto se asignan unas a otras y la forma en que por la articulación en un momento y espacio determinado se dan.
Por la otra cara de la moneda, ¿Qué pasa cuando los unos no son todos iguales? Imaginemos un momento que el Mercado Concurrencial en el que Smith escribió, en el siglo XX ya no existía, que no todos los individuos tenían el mismo poder de negociación, que mas de la mitad de la población mundial (ya por ese entonces) apenas si podía firmar un contrato de adhesión, sin discutir “ni un tantito así” una cláusula.
Se nos hace patente entonces que la forma en la que oferta y demanda tiran no siempre es igual, ni mantiene el equilibrio del mercado.
He ahí al genial Keynes, que en medio de, hoy podemos afirmar, la segunda peor crisis económica mundial (la actual es la primera), se dio cuenta que solo un agente de peso superior, o por lo menos parecido, al de los agentes mas poderosos en juego podía equilibrar la balanza, ya que si el capitalismo es acumulación de riquezas, que no siempre se traduce en producción de riqueza, es claro que acumulando unos mas que otros el mercado se distorsiona.
Allí por esos años en los que Roosevelt se agarraba los pelos, Keynes le propuso volver al Estado, en un contexto en que la relación de producción-consumo había terminado con su mercado y repercutido en el financiero, y equilibrar oferta-demanda desde la parte más débil, incentivando el consumo desde la demanda agregada, por ende, interviniendo el Estado en la liquidez de abajo, a partir de un plan, que pondría su acento en las obras públicas, como inyección de capitales y forma de impulsar una industria caída.
Así se hizo por cerca de cuatro décadas y el capitalismo mundial pudo mantener un ritmo de crecimiento sostenido por cerca de cuatro décadas ( hasta la “Crisis del Petróleo).
Que poco que aprendieron los del Norte para el nuevo siglo...
Replegaron al Estado y dejaron de él, solo al Estado gendarme, y, además, se lo recomendaron al mundo. Maldito Consenso de Washington.
Pero ahora…. ¿qué pasó?
La burbuja estalló, como en aquellos años, pero lo hizo por el Mercado de Capitales con fuertes repercusiones en el productivo, mientras el Estado estaba ausente, haciendo quien sabe que guerra, para que grupo económico.
Solo unos pocos, casi todos a su vez periféricos, habían leído la “Teoría General de la Ocupación….” de Keynes, con el agregado subversivo de haberla contextualizado. Desde el socialismo bolivariano, el indigenismo aymara o el peronismo kirchnerista. Esta vuelta por estos lados la crisis se sintió menos.
Me pregunto si será por eso que el águila estuvo sobrevolando esta parte del mundo, en aras de apoyar ciertos intentos golpistas antipopulares.

Juan Manuel Frangoulis

Adhesión Carta Abierta

Carta Abierta Tucumán es la voz de una esperanza que empieza a recorrer America latina. Es la expresión desde las artes, las letras y el pensamiento crítico de la espada de Bolívar que recorre este lado del continente.Tomado de la mano de los movimientos emancipadores, con la vigilia puesta en los sueños de la Patria Grande, que desde San Martín hasta el mariscal Sucre toma las manos de nuestros hermanos, que en estas horas, en las que el monstruo esta agonizando, se alzan al sol, al horizonte, al mañana.Los de pie, los marginados, los sin voz, los caras sucias, los botijas, los pibes, los más grandes y los más chicos; los que vienen luchando, exigen en un desgarrador grito de silencio, que la lucha sea una. Sea de todos, desde las villas hasta los claustros, es está oportunidad histórica la que nos convoca, esa que con inesperada fuerza supieron abrir los gobiernos nacionales y populares.La dimensión local de un espacio nacional de participación para la discusión y la intervención en política, en la cosa pública, en defensa de un gobierno democrático y popular amenazado, modelando un Estado que intervenga, cada vez mas fuerte, en la distribución de la riqueza producida por nuestro pueblo.Es la oportunidad histórica la que nos convoca, la de hacer uno, dos, mil...proyectos nacionales y populares.Proponemos, en el marco de “Carta Abierta” librar la batalla cultural en un sentido plenamente político al enemigo, que se resguarda en el paragua del capitalista, y darlo con el poder creador y combativo de la palabra, pero no solo las palabras, sino las acciones que a la crítica crítica deben acompañar. Nuestros pueblos y nuestros gobiernos han sufrido el ataque de la oligarquía vernácula, con la sombra del norte, solo por hacernos de las esperanzas de un mundo nuevo, al que hoy damos forma con nuestras palabras, con la pintura, los murales, las tablas, el corazón y la fuerza de hacer el mañana hoy.Juan Manuel Frangoulis

Reunión Preparatoria Carta Abierta Tucumán

Carta Abierta Tucumán es la expresión local de un espacio nacional de participación para la discusión y la intervención en las políticas públicas, en defensa de un gobierno democrático y popular amenazado y de un Estado que intervenga, cada vez mas fuertemente, en la distribución de la riqueza producida por nuestro pueblo. Proponemos reunirnos a debatir y ejercitar la reflexión política, preservando siempre la libertad de crítica. El grupo pretende reunir a diferentes voces que expresan a distintas tradiciones políticas, teóricas e ideológicas emancipadoras, con el compromiso de poner la palabra en acción liberadora. Entendemos que una de las tareas fundamentales del momento es librar la batalla cultural en un sentido plenamente político. Quienes lo integramos, creemos estar ante una oportunidad histórica en Argentina y en el resto de Latinoamérica que, por inesperada, no podemos dejar de defender. El grupo está conformado por personas de la cultura, la educación, el periodismo, la militancia política y social, las ciencias, el cine, las artes, la poesía y la literatura, entre otras disciplinas. El Lunes 24 de noviembre, a las 20.30 hs., en la Sala "Paco Urondo", Muñecas 287, se hará la reunión preparatoria para el lanzamiento del Espacio Carta Abierta Tucumán. Te esperamos, Miguel Frangoulis Maximiliano Burckwardt Enrique Ale Jorge LacroixPara más información "cartaabiertatucuman.blogspot.com"